miércoles, 14 de enero de 2009

Barcos en el antiguo Egipto

La abertura descubierta en la ladera de una colina junto al Mar Rojo, por Kathryn Bard, una profesora adjunta de arqueología en la universidad de Boston, y el codirector de su equipo Rodolfo Fattovich, profesor de arqueología en la universidad italiana de Nápoles "L'Orientale", resultó ser una entrada a una gran caverna hecha por el Hombre.
Dos días más tarde de ese primer hallazgo, en un punto a unos 30 metros más allá, el equipo retiró la arena que cubría la entrada a una segunda caverna. Ésta albergaba cuadernas bien preservadas de madera de cedro, de un antiguo barco egipcio.Las cuadernas, junto con anclas hechas de bloques de roca caliza, remos curvos de cedro, sogas para aparejos, y otros artículos, son parte de antiguos barcos egipcios. Además de los artículos de navegación encontrados en la segunda caverna y las dos antecámaras adyacentes a la misma, los arqueólogos descubrieron tablillas de roca caliza con jeroglíficos que cuentan los detalles de antiguas expediciones a la región del mar Rojo conocida como Punt.Los científicos especulan con que los remos pudieron haber sido usados en barcos de 21 metros de largo que participaron en una expedición naval, impulsada por la reina egipcia Hatshepsut, a la zona comercial que constituía la región sureña de Punt en el siglo XV antes de Cristo.
Estos remos son las primeras partes completas que se encuentran de un barco egipcio diseñado para navegar en el mar. Cerca de ellos también se hallaron fragmentos de cerámica del 1500 al 1400 antes de Cristo. La caverna parece haber sido usada asimismo como templo.El equipo piensa regresar al lugar para continuar la investigación con métodos más sofisticados.

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http://www.solociencia.com/arquitectura/05050402.htm

El astillero de los faraones


EL CAIRO (DPA) - Un equipo de arqueólogos en la localidad costera egipcia de Ain al-Sukhna desenterró las ruinas de un astillero que data de hace más de 4.500 años, informó en El Cairo el máximo responsable del Consejo Superior de Antigüedades. "Encontramos en los depósitos recipientes de barro en los que están grabados los nombres de los faraones de la IV y V dinastía (entre el año 2670 y 2350 a.C.)", dijo Hawass. El director francés de la excavación Georges Castel indicó que en una parte del complejo se hallaron barcos y cuerdas. En otra parte hay almacenados objetos y recipientes.
Los resultados de las excavaciones del Instituto francés para Arqueología Oriental en Ain al Sukhna indican que esta localidad a 120 kilómetros del El Cairo y a orillas del mar Rojo fue un "importante centro logístico" del antiguo Egipto. Allí se trabajaba el cobre. Los barcos de cedro fueron llevados a tierra y reparados entre dos expediciones en Ain al Sukhna. Los arqueólogos están excavando desde el 2001 en la localidad, que en los últimos años creció considerablemente gracias a unas modernas instalaciones portuarias e infraestructuras hoteleras. Hace tres años los arqueólogos hallaron varias anclas de piedra así como partes de barcos, construidos hace más de 4.000 años.

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http://rionegro.com.ar/diario/2009/01/14/1231902184190.php

jueves, 8 de enero de 2009

La momia de Seheset


EL CAIRO.- Una misión arqueológica egipcia ha descubierto la entrada de una nueva pirámide en la zona arqueológica de Saqara, en la que ha hallado un sarcófago robado con los restos de una momia que podrían pertenecer a la reina Sesheshet (2300-2211 a.C).
Según un comunicado del Consejo Supremo de Antigüedades egipcio, la entrada estaba sellada con dos enormes piedras de granito para evitar que la tumba fuera profanada.
Sin embargo, la misión halló un butrón perforado en la parte superior de la cámara funeraria que posiblemente fue utilizado por los ladrones para robar la sala. La apertura del sarcófago se prolongó durante cinco horas, según el comunicado.
"Finalmente descubrimos que su contenido había sido robado", asegura el director del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas, citado por la nota, que no ofrece detalles sobre la fecha en la que fue realizado este nuevo descubrimiento en el complejo funerario de Saqara, a 35 kilómetros al suroeste de El Cairo.

La nota agrega que en la cámara, de cuatro metros de largo por cuatro de ancho, fueron hallados el cráneo, la pelvis y las piernas del cadáver, así como otras partes del cuerpo envueltas en lino, además de varias piezas de cerámica.
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viernes, 2 de enero de 2009

Un equipo de Jaén en Egipto

El Antiguo Egipto cada vez tiene menos secretos para la humanidad. Y parte de culpa corresponde a un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén que, dirigidos por Alejandro Jiménez Serrano, desarrollan un proyecto de conservación y puesta en valor de la Tumba QH 33, situada en la necrópolis Qubbet el-Hawa, Asuán.

La necrópolis de Qubbet el-Hawa es una de las más importantes de Egipto, debido a que era el lugar donde se enterraba a los nobles que controlaban la frontera sur del país. Tenía una gran importancia por su punto de vista estratégico y por ser una zona con canteras de piedra de gran calidad, donde destaca el granito. Además, esta necrópolis no sólo es importante desde el punto de vista monumental, sino también desde el histórico, ya que contiene inscripciones que han facilitado las reconstrucciones de la situación geopolítica de algunas épocas.

Hasta el momento hay unas setenta tumbas descubiertas, pero se calcula que hay otras tantas sin descubrir. De las descubiertas, no todas están excavadas, por lo que la UJA decidió excavar la tumba QH33. Esta tumba se halló quemada a finales del siglo XIX, y por esta razón no se había investigado aún, pero la gran ventaja es que todos sus materiales están intactos. Los objetivos principales de la campaña 2008 fueron: el levantamiento topográfico del sitio, y la realización de medidas para el fomento del turismo; el estudio geo-mecánico del yacimiento, ya que el material principal de la colina es la arenisca; y finalmente la excavación, documentación y estudio de los materiales de la tumba.

«Nos encontramos con varios problemas al empezar con la investigación de la tumba. En primer lugar no teníamos planos, ni cartografía, ni bibliografía; el terreno de trabajo era arena de desierto, sin posibilidad de obtener algún perfil arqueológico; y además, era paso obligado de los turistas», comenta Alejandro Jiménez. «En esta primera campaña, que duró 46 días, pretendíamos limpiar el exterior y colocar una puerta metálica que protegiese la tumba una vez abierta para continuar en campañas posteriores», explica el investigador.

El primero de los descubrimientos fue un pozo de 10,32 metros de profundidad, del tamaño exacto para que entrase un sarcófago, donde probablemente se enterró al noble que ordenó construir la tumba, y del que todavía no se conoce su identidad, aunque se piensa que puede ser el padre de uno de los propietarios de una tumba cercana, y por tanto, mantiene una similitud con ella. «El fondo del pozo está colmatado de piedra, por lo que puede que el enterramiento original esté intacto», argumenta el profesor Jiménez Serrano.

La gran sorpresa durante la excavación del exterior de la tumba, fue la altura de la puerta de entrada a la misma. Se calculó al empezar que ésta tenía unos 2,5 metros, similar al resto de las tumbas, pero finalmente obtuvieron una puerta de 4,89 metros, lo que la convierte en la puerta de tumba más grande de toda la necrópolis.
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